
Estuve leyendo un informe ahora que estamos con los mercados en un punto de contraerse, respecto al uso de plástico para mantener las superficies de diversos productos (incluso en forma de bolsas para los deliverys) impermeabilizadas y que sean fácilmente desinfectables, entonces me puse a pensar ¿dónde quedarán las iniciativas verdes ahora?
Dentro de cualquier emprendimiento o de una nueva línea de productos, se consideran cuáles son las ideas que pueden tener impactos mayores en los clientes potenciales, y obvio, debido a las condiciones de los recursos que tenemos en el planeta, y a la creciente consciencia que tienen los consumidores de las nuevas generaciones, se tiende mucho a ver hacia lo ecológico, hacia lo verde.
¿Por qué no ha funcionado del todo los productos eco friendly?
Como bien lo dice Nadya Zhexembayeva (consultora en innovación y en sistemas de sostenibilidad integrada) en su best seller, “La estrategia del océano esquilmado”, diversos estudios de mercado han demostrado un choque de trenes colosal respecto a este tema, lo que piensas y lo que haces.
Todos, y de verdad espero que todos, estamos conscientes de que si seguimos en el camino de una economía lineal, el mundo se nos va a la chirola, ya no estamos para continuar en ese modelo de consumo masivo que genera tanto desecho, donde utilizamos una cosa, e inmediatamente ya genera residuos, como por ejemplo las ya muy conocidas pajillas o popotes, que las ocupas una vez, y luego a la basura, y al estar hechos de plástico, no se degrada tan fácilmente.
Entonces, la cuestión es, si ya estamos despiertos a esta realidad, ¿por qué todavía en muchísimos restaurantes, cafés, bares, todavía los dan?, ¿y porque la mayoría de nosotros todavía los ocupamos?
Ahí está el choque de trenes que te decía, dos fuerzas de nuestra naturaleza se golpean, las ganas de hacer y promover el cambio, versus el statu quo de la comodidad en hacer nomás lo que estábamos haciendo.
Lo mismo pasa con los vehículos a combustión, o actividades como “la hora del planeta”, ojo que no quiero generalizar, hay muchas personas que, si han dejado de consumir estos productos o que se suman a estas actividades, pero la mayoría, seamos sinceros, no.
Se ha demostrado a través de investigaciones, que las personas tienen conciencia de que hay que apoyar el planeta, a través de muchas acciones, no sé, cuidar el agua, reducir el consumo eléctrico, empezar a caminar o utilizar una bicicleta, sin embargo, a pesar de eso, las acciones que realizan distan mucho de las deseadas. Justo como el ejemplo que te di antes.
Si ya estamos de acuerdo en que nuestra sociedad no puede seguir así, en esa línea de consumo y desecho sin control, ¿por qué no actuamos en congruencia con eso?
Las mismas investigaciones han demostrado que la gente percibe lo ecológico o incluso lo orgánico como productos que no son necesariamente lo que esperan o lo que necesitan, me explico, imagínate esto: Cuando te digo que una marca va a sacar una línea de calzados ecológica, ¿cómo visualizas ese modelo de zapato? Quizás te la imagines como algo no tan común en lo estético (Adidas y Nike ya sacaron zapatillas así) de hecho va a llamar la atención, hasta aquí todo bien, pues al a comprar un producto hecho a partir de residuos, estamos colaborando a que haya menos contaminación.
Peeeeeero, lo que ocurre es que muchas veces ese producto ecológico, o también los productos orgánicos, tienen un precio más elevado, por qué? no lo vamos a discutir, sus buenas razones tendrán, ahora de que el consumidor promedio lo adopte, ya es harina de otro costal.
Justamente por eso es que a nivel de masas no ha brotado como debería esa semilla de apoyo a lo “verde”, porque se toma como un producto de nicho, no para todos, que, si bien hace un bien no solo al consumidor, sino al ambiente, tiene esas características que solo llaman a un grupo muy reducido.
Cuando por todo lo que representa debería ser algo más masivo.
En medio de esas investigaciones (Fuente: GfK Roper y Journal of Marketing) se descubrió que las personas entendían estos productos como más caros y menos eficientes en cuanto a su uso comparados con los “normales” por llamarlos de alguna manera.
Pero no todo está perdido, no quiero pintarte un panorama en el que se ponga como primera meta solo lo económico y nos vayamos a por las ventas como único objetivo urgente, si de algo estamos seguros es que debemos contribuir a tener un planeta más limpio, mejor y con recursos para las siguientes generaciones.
Lo que debemos hacer es buscar la manera de hacerlo, ya que con lo que te explique antes, se puede observar que no ha funcionado del todo, o al menos con la velocidad adecuada.
Soluciones: De lo verde a lo Smart
La clave para que compañías grandes, como Nissan o Puma hayan trabajado bajo esta dinámica sin tener que padecer los efectos negativos de tener solo a un pequeño grupo de clientes potenciales interesados, ha sido no diseñar productos o servicios pensando en lo ecológicos que podrían ser, sino como un sustituto real y funcional de otras alternativas que hay en el mercado.
¿Entiendes la diferencia? No están produciendo algo para salvar el planeta como directriz fundamental, sino están mejorando e innovando sus procesos y productos con elementos sustentables pero integrados, es decir, le van a mejorar la experiencia o la usabilidad al cliente dejando de ocupar elementos contaminantes.
Lo hizo por ejemplo Puma con su Clever Little Bag, al dejar de utilizar capas y capas de cartón, además de pintura, para vender sus zapatillas, sin tener que cobrarle al cliente un precio más caro por el rótulo de ecológico, simplemente están cumpliendo su trabajo de una manera mucho más eco friendly y eficiente (Ahorraron mucho dinero al eliminar tanto cartón de sus empaques).

Es así que no hay que pensar que estas características tienen que ser añadidas y que ese será el soporte para que la gente con conciencia ambiental esté dispuesta a consumirlos, si queremos hacer un cambio de verdad, nosotros debemos integrar la sostenibilidad a los productos de manera que el usuario no tenga que hacer “sacrificios”. De ahí que viene la sustitución de “lo verde” por “lo Smart”.
Ser ingeniosos en la innovación con un propósito, no producirle tensión al cliente al romperle sus modelos de conducta, pero si hacer cambios importantes para el entorno.
Diseña para evitar generar desechos
Esto tiene que ver también con dejar de producir lineal, es decir, dejar de ocupar materiales que van a ser desechos en un corto tiempo, y quizás desechos que no se degraden, como un gran ejemplo de esto están las cajas de pasta dental…. ¿Para qué sirven estas cajas?
SI, ayudan mucho para el manipuleo y el orden cuando se van a despachar y ordenas estos productos en los puntos de venta, pero para el consumidor, es llegar a la casa, abrir la caja y tirarla a la basura, eso se convierte en desecho y en un costo que con algo de ingenio podría ahorrarse la empresa, porque no le genera nada de valor al consumidor, es más, vamos, al contrario.
La economía circular por otro lado, lo que hace es intentar frenar tanto desperdicio, re utilizando o reciclando objetos para darle una nueva vida útil.
Entonces ahora que entendemos un poco mejor la economía circular o el diseño inteligente para minimizar los desechos (es probable que combines ambos puntos en varios productos), aprovecha que este puede ser un factor importante, pues puede ayudarte a generar una ventaja competitiva ante los ojos de tu mercado meta, recuerda que la innovación es el mejor medio para seguir creciendo.
Hasta la próxima!!!

Redactor, speaker y profesor de marketing y gestión. Lector empedernido y amigo de Don Ramón
Me encanta poder desarrollar y contribuir al talento humano, impulsando las soft skills y la innovación.
Creo al 110% que los negocios ahora y en el futuro tienen que tener un lado humano importante, generando un impacto más allá del netamente económico para sus creadores, y para ello, es clave que el motor sea una solución a un problema de la comunidad donde se desarrolla, ya sea física, digital o ambas.
El identificar el valor diferencial y trabajarlo desde esa óptica, ayuda mucho a que los emprendimientos crezcan de una manera sana, acompañando a su mercado meta y recibiendo feedback constante de ellos.